[Crítica] Invictus
Parece que Malpaso se ha convertido en una productora que asegura calidad. De nuevo Clint Eastwood como cazador de emotivas historias y guiones a los cuales sabe sacar el máximo partido. Eastwood como siempre consigue emocionar presentándonos unas historias cargadas de humanidad, honestidad y respeto.
Lamentablemente los valores sobre los que incide Eastwood en sus películas no son los que imperan en la sociedad actual por lo que parece que cada vez son más necesarias las películas de un casi octogenario como él. Estamos ante una película con claros tintes antirracistas como ya sucediera en películas anteriores suyas (Banderas de nuestros padres, Gran Torino, etc.) pero lo que caracteriza a esta película es la habilidad de Eastwood para mostrarnos las especiales cualidades de Nelson Mandela a través de su primer año de mandato en la República Sudafricana y de cómo los cambios alcanzaron hasta el equipo nacional de Rugby.